Volado, como flotando casi en el aire, el puente de la Concordia une la Terminal 4 del Aeropuerto de Barajas-Adolfo Suárez con Valdebebas y se convierte en una nueva entrada a Madrid. Nuevo, no como su homónimo parisino -le Pont de la Concorde- que fue inaugurado en 1791 sobre el Sena, sí tienen ambos algo en común: ser una seña de identidad de sus respectivas ciudades. En el caso de Madrid, que al salir del aeropuerto y verlo, pensemos ¡ya estamos en casa!