San Isidro retorna cada mayo portando las esencias más madrileñas: sus verbenas, sus ritos, sus costumbres, su folclore y, como ciudad acogedora e inmensamente agradecida, sus reconocimientos. Porque hoy, día grande de las fiestas, Madrid ha entregado sus máximas distinciones como ciudad: las medallas de Honor y las medallas de Madrid.