Ayer, domingo 14 de mayo, tres de los grandes escenarios de San Isidro enamoraron al público por tercera noche consecutiva, con una programación de conciertos donde volvió a reinar la diversidad, la calidad y el talento.
Deliciosos experimentos musicales en la Plaza Mayor
La música experimental no está reñida con el gran público. Así se demostró ayer noche en la Plaza Mayor, con lleno absoluto casi desde primera hora, cuando sonaban los primeros acordes de la orquesta del clarinetista y compositor Mastretta, con su alegre propuesta que mezcla ritmos populares con toques de experimentación e improvisación.
A continuación, el polvo del desierto de Almería parecía inundar la plaza con las guitarras de spaghetti western de Guadalupe Plata y su fusión de blues, rock, jazz y flamenco. La guinda del pastel venía de Hamburgo con el atípico conjunto de percusión y viento Meute, autodenominado como “techno marching band”.
Puerta del Ángel: de las raíces al futuro del indie en castellano
El concierto de Surfin’ Bichos, conmemoración del 25 aniversario de su mítico “Hermanos Carnales”, fue un auténtico viaje a los orígenes del indie. Esta banda y este álbum representan una influencia clave para varias generaciones de pop rock en castellano, incluidos los gallegos Triángulo de Amor Bizarro, cuyos integrantes se mostraron honrados de preceder a Surfin’ Bichos en el escenario.
A los postres, la chilena Javiera Mena montó una fiesta retro-futurista y demostró que a su transgresión electro-pop, que viene de lejos –más de 15 años en pie de guerra- le quedan muchas vidas más.
Rimas, samplers y vitalismo contagioso en Las Vistillas
La noche del 14 de mayo fue el turno del “mini-festival” de sonidos urbanos en Las Vistillas, con Delafé presentando su disco “La fuerza irresistible”. Tras este seudónimo se esconde Oscar D’Aniello quien, tras diez años con Delafé y la Flores Azules, emprende ahora el camino en solitario, sin apartarse un ápice de su reconocible estilo: sobre una base de pop y electrónica, Delafé nos canta, nos cuenta en clave de rap, historias cotidianas llenas de vitalismo. Imposible no saltar con una sonrisa de oreja a oreja con estribillos que dicen cosas como “tú eres lo más bonito del mundo”.