Esta mañana César Oliva, director del montaje, acompañado por los actores que componen el elenco, Llum Barrera, Patxi Freytez, Esperanza Elipe, Álvaro Fontalba, Teresa Ases, Agustín Otón, Maria Beresaluze, Adrián Labrador, Ana Caso y Lola Escribano, ha presentado Las bicicletas son para el verano, de Fernando Fernán Gómez, que estará en la Sala Guirau del teatro a partir de mañana jueves, 9 de marzo.
Este año, el Fernán Gómez. Centro Cultural de la Villa celebra el 40 aniversario de su inauguración y que mejor manera de hacerlo que con la reposición de una obra del autor del que el centro lleva su nombre. Las bicicletas son para el verano regresan a los escenarios después de 14 años de su última reposición. La obra se estrenó el 24 de abril de 1982 en el Teatro Español de Madrid, con puesta en escena de José Carlos Plaza, y con gran éxito de crítica y público. Este montaje se trasladó del Teatro Español al Centro Cultural de la Villa, donde permaneció cerca de tres meses. Dos años después, pasa a la pantalla con dirección de Jaime Chávarri. En 2003, Luis Olmos volvió a llevarla a la escena, continuando la excelente aceptación de la primera versión.
Las bicicletas son para el verano es, sin duda, uno de los textos más representativos del teatro español contemporáneo, y el mejor y más celebrado de su autor, sólo comparable a El viaje a ninguna parte, tanto en su versión narrativa como fílmica. A pesar de que Fernán Gómez cuenta con varias obras teatrales (Del rey Ordás y su infamia, La coartada, Ojos de bosque…), Las bicicletas son para el verano es la que mejor representa su carácter y estética.
La obra de Fernando Fernán Gómez cuenta los avatares de una familia de clase media en el Madrid de la guerra civil, pues comienza días antes de la sublevación del 18 de julio, y termina poco después del 1 de abril de 1939. Esa familia, sus vecinos, y las particularidades cotidianas ofrecen una mirada alejada, pero certera, de cuanto vivió la España de entonces. El enfoque principal procede de la perspectiva de Luis, el chico que pide a sus padres una bicicleta para ese verano del 36. A pesar de contar con personajes de alto valor dramático, el acierto de la obra radica en una sabia combinación de elementos costumbristas con elementos trágicos y realistas.
Las bicicletas son para el verano es una coproducción de La Ruta compañía de Teatro y Teatro Circo Murcia./