¿Huertos sociales?, ¿huertos solidarios? o ¿espacios de educación ambiental? Más allá de la función agrícola y hasta nostálgica de recuperar una labor abandonada en los lugares de origen de muchos madrileños, el carácter educativo y sociocultural de los huertos urbanos comunitarios se ha reforzado durante los meses de confinamiento por la COVID-19.
Recientemente, se ha celebrado el II Encuentro Online de Huertos Urbanos para hacer balance de cómo ha trascurrido la vida en estos pequeños espacios verdes de nuestros barrios desde que empezó la pandemia y el resultado en general ha sido satisfactorio. Los huertos se cerraron antes de comenzar el estado de alarma, como el resto de los parques y zonas verdes y solo se permitió la vigilancia por posibles roturas de riego.
Ante la posibilidad de que las cosechas se echasen a perder, el Área de Medio Ambiente y Movilidad permitió la actividad en aquellos huertos que fuesen a donar su producción (respetando las medidas de seguridad sanitaria) para que pudieran hacer el trabajo de cosecha y recogida de productos facilitándoles una autorización. Así, el Ayuntamiento de Madrid puso en marcha el Plan de Huertos Solidarios para que el Programa Municipal de Huertos Urbanos Comunitarios entregase la producción hortícola a los bancos de alimentos, comedores sociales o cualquier otra entidad de carácter social. Estas entidades solidarias también recibirán próximamente los frutos gigantes y raros que han participado en el VII Concurso de Calabazas recientemente celebrado en el Huerto del Retiro.
En la sesión digital intervinieron Luis Molina, jefe del Departamento de Educación Ambiental, que dio a conocer el programa europeo Food Wave sobre cambio climático y alimentación sostenible, dirigido principalmente a jóvenes. En esa misma línea participó Mercedes Ceinos, jefa de sección de Alimentación y Actividad Física, haciendo referencia a la importancia que tiene una alimentación sana en la salud de las personas. Y por último intervino Mar Moralejo, subdirectora general de Renovación y Proyecto de Ciudad, para hablar del programa Barrios Productores que busca el aprovechamiento agroambiental de los espacios municipales en desuso y la renaturalización de la ciudad reduciendo los efectos del cambio climático.
Estrategias para la implicación vecinal
Varios huertos contaron sus estrategias para fomentar la implicación de los vecinos en las actividades de los huertos, para lo que han puesto en marcha algunas iniciativas como adaptar la realidad del barrio a la gestión del huerto, la colaboración directa con las asociaciones, entidades y colectivos de personas vulnerables y la resolución de los conflictos en el propio huerto sin necesidad de acudir a las redes sociales.
La jornada se cerró con un bloque de actividades lúdicas como un concurso de habilidades y conocimientos sobre el uso del huerto que ganó el huerto Huerkarral, del distrito de Fuencarral-El Pardo, y un ciclo de video recetas con ingredientes de los huertos urbanos. Los participantes de esta última actividad recibirán un horno solar.