El Centro de Gestión de la Movilidad (CGM) del Ayuntamiento de Madrid se ha convertido en un referente nacional para la gestión del tráfico en grandes capitales españolas. Su regulación semafórica adaptativa, ajustada a las necesidades del flujo circulatorio en tiempo real con la aplicación de herramientas de tecnología avanzada, permite optimizar la función de los cruces semaforizados, mejorar la seguridad vial y actuar de manera ágil ante las incidencias en la vía en una ciudad que en mayo de 2024 tuvo 6.440.242 desplazamientos en vehículos de media al día. La aplicación de la inteligencia artificial (IA) al análisis de tráfico durante los últimos dos años y medio sitúa a Madrid como ciudad pionera en la innovación tecnológica para la gestión de la movilidad.
El delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, ha visitado hoy el CGM para comprobar la mejora de la gestión de la movilidad tras el análisis con IA desarrollado en el marco del contrato de ‘Obtención y tratamiento de datos de movilidad real en la ciudad de Madrid’. Una iniciativa pionera en el ámbito municipal en toda España que ha aplicado el análisis de 510.000 horas de video captadas desde las diferentes estaciones de medición del Ayuntamiento para lograr una respuesta más rápida ante las incidencias del tráfico, reducir atascos y mejorar la seguridad vial.
Coordinación interdepartamental
El Centro de Gestión de la Movilidad del Ayuntamiento de Madrid tiene como principal función la vigilancia y gestión de la movilidad en la capital, utilizando diferentes herramientas tecnológicas que optimizan la gestión y permiten una rápida reacción ante las incidencias de movilidad. Opera 24 horas al día los 365 días del año, coordinando las actuaciones de diferentes agentes con competencias de movilidad en la ciudad de Madrid y sus alrededores.
El CGM gestiona el tráfico en los viales urbanos de la capital y en la M-30, en coordinación con Calle 30, y en las vías de acceso a la ciudad, en coordinación con la DGT. A efectos de gestión, la ciudad se divide en tres zonas de ámbito urbano (almendra central, zona oeste y este) y una zona de control de vías interurbanas (M-30 y autovías de acceso a Madrid).
Para la gestión de la movilidad, dependiente de la Dirección General de Gestión y Vigilancia de la Circulación, el CGM coordina tres unidades, cada una de las cuales tiene unas competencias concretas. La primera de ellas, la Subdirección General de Regulación de la Circulación y del Servicio del Taxi se encarga de la regulación semafórica, la señalización de las vías rápidas en superficie de la M-30 y la detección de incidencias de tráfico (accidentes, averías…).
La segunda unidad de gestión es la Subdirección General de Agentes de Movilidad, agentes de autoridad en materia de tráfico y responsables de la actuación en el interior de la M-30. En tercer lugar, está la labor desarrollada por Policía Municipal, con autoridad en competencias generales y que, en materia de tráfico, gestiona incidencias en el interior y exterior de la M-30 y sirve de enlace con la Delegación del Gobierno para cuestiones relacionadas con la seguridad pública como pueden ser las manifestaciones.
Sistema de regulación semafórica adaptativa
A diferencia de otras ciudades que utilizan un sistema semafórico horario caracterizado por tiempos semafóricos fijos que se modifican conforme a un plan diario, Madrid tiene un sistema de gestión adaptativo que permite que la regulación semafórica se adapte a las necesidades del tráfico en cada momento, medidas con sensores de tráfico en tiempo real.
El análisis del tráfico en tiempo real mediante sensores permite conocer la intensidad de vehículos en cada una de las vías, detectar los puntos problemáticos, que los operadores modifiquen puntualmente la programación de los semáforos en casos especiales y, si fuera preciso, activar las unidades de agentes de movilidad y Policía Municipal para realizar una intervención in situ.
La gestión centralizada de la circulación permite definir una cadena de mando clara y unos protocolos de trabajo eficientes y coordinados para atender las incidencias de tráfico que se puedan producir y reestablecer la fluidez en el menor tiempo posible. Asimismo, permite la detección automatizada de las averías de los elementos de tráfico y la comunicación a los técnicos que trabajan en calle de las órdenes de trabajo de forma inmediata, lo que reduce sustancialmente los tiempos de respuesta.
Para ello, el Ayuntamiento ha realizado una potente apuesta en recursos humanos y dentro de las instalaciones del CGM trabajan 30 personas diariamente entre operadores, agentes de movilidad y policías. A esto se suma la labor de los agentes de campo (en calle) y la de los servicios auxiliares para la reparación de los elementos de señalización del tráfico, de semáforos, instalación de elementos provisionales en la vía, operarios de grúa, equipos de limpieza, etc.
Planes de movilidad
Desde la aprobación de la Ordenanza de Movilidad Sostenible, se ha introducido un mecanismo para velar por una adecuada movilidad de los ciudadanos en eventos multitudinarios de gran impacto. Los promotores de grandes eventos han de presentar un plan de movilidad, que debe ser aprobado por la Dirección General de Gestión y Vigilancia de la Circulación, en el que se coordinen y garanticen la disponibilidad y funcionamiento adecuado de los distintos modos de transporte -autobús, metro, taxi, VTC, personas de movilidad reducida, etc. –, de forma eficaz para atender las necesidades de los asistentes. El CGM supervisa el dispositivo previsto en los planes de movilidad y permite tomar decisiones para garantizar su aplicación.
Esta capacidad de coordinación de grandes eventos mediante planes de movilidad es muy innovadora y posiciona a Madrid como un referente en la gestión de eventos de gran magnitud (conciertos, carreras, partidos de fútbol, etc.).
Asimismo, el CGM es una herramienta clave en situaciones de emergencia climática (inundaciones, nevadas…), grandes incidentes (averías, incendios, etc.), dispositivos de seguridad (cumbres internacionales, visitas de jefes de Estado, etc.) como herramienta de apoyo por conocimiento de la situación de las vías públicas y coordinación de diferentes áreas del Ayuntamiento como seguridad, emergencias, limpieza, EMT Madrid, etc.
Herramientas tecnológicas para la gestión de la movilidad
Para el control de la movilidad del tramo urbano, el CGM cuenta con 2.934 cruces semaforizados centralizados mediante una red de fibra óptica muy extensa que llega a todos los semáforos de la ciudad.
Estos elementos se distribuyen de la siguiente manera: 1.090 cruces en la almendra central, 826 cruces semaforizados en la zona oeste y 1.018 cruces en la zona este. Estos elementos incluyen 6.206 báculos, 16.553 columnas de soporte del semáforo, 56.617 cabezas semafóricas, 10.033 avisadores acústicos para discapacitados visuales, 2.475 pulsadores para el peatón y 9.226 lazos, que son sensores que cuentan los vehículos y miden su velocidad.
Para el tráfico interurbano, el CGM dispone de 81 paneles de mensajes variables (ofrecen información de cortes, desvíos…), 26 estaciones remotas (mandan la información al CGM), 424 puntos de medida de velocidad, 1.352 espiras (bandas incrustadas en la calzada para contabilizar vehículos) y cinco puntos de control de radar.
Una herramienta de trabajo indispensable para la gestión del tráfico es el sistema CCTV (Circuito Cerrado de Televisión), que dispone de 323 cámaras repartidas por los distintos distritos y cuyas imágenes llegan al CGM a través de la red de fibra óptica. Las imágenes que captan estas cámaras son visualizadas en un videowall en el CGM que también integra imágenes procedentes de los túneles urbanos, Calle 30 y la DGT. La señal de estas cámaras se comparte, además, con el CISEVI (Centro Integrado de Señales de Vídeo) de Policía Municipal, con Calle 30, con el Consorcio Regional de Transportes (CRT), con el CISEM (Centro Integrado de Seguridad y Emergencias de Policía Municipal, Agentes de Movilidad, Bomberos y SAMUR), con la Empresa Municipal de Transportes (EMT Madrid), con la DGT y con el Gabinete de Tráfico del Departamento de Información y Relaciones con los Medios.
Transparencia e información ciudadana
A través de la gestión del CGM, el Ayuntamiento de Madrid proporciona información de la movilidad en la capital a los ciudadanos mediante diferentes canales. La información destinada al consumo profesional se facilita a través del portal de datos abiertos (datos.madrid.es). En el portal se publican varios conjuntos de datos de tráfico, entre los que destacan los de la red de sensores de tráfico en tiempo real, que las empresas utilizan para generar servicios de movilidad adaptados a distintos fines: navegadores, planificación de rutas, planificadores multimodales, gestión logística, etc.
También se brinda información a los ciudadanos a través de la página web madrid.es, con las principales incidencias de tráfico por eventos y obras, en la que se incluyen cortes de vías, alternativas de recorridos y afecciones a servicios en el transporte público y por las redes sociales municipales (X, antiguo Twitter) donde se publican incidencias puntuales como accidentes y retenciones.
El CGM también publica informes de tráfico en hora punta, donde el ciudadano encontrará información relevante sobre las afecciones por obras de larga duración con el objetivo de que reorganice sus trayectos en función de los datos aportados. Estos informes también sirven para el estudio del comportamiento del tráfico en general en la capital.
Historia del CGM
En 1926, se estableció en Madrid el primer cruce semaforizado en la calle Alcalá con Conde de Peñalver y en 1969, se instaló un sistema centralizado en el barrio de Salamanca (con 102 cruces) desde la plaza de Cibeles a la Puerta del Sol y la calle Gran Vía (desde la calle Alcalá hasta la plaza del Callao).
En el año 1981, la plaza de la Villa acogió el primer centro de control de tráfico y en 1982, se instaló un nuevo sistema centralizado en sustitución del del año 1969. Este centro contaba ya con una sala de control con ordenadores que controlaban más de 400 cruces que se gestionaban con un rudimentario sistema compuesto de un mural de grandes dimensiones donde se podía visualizar el estado de los reguladores con tres luces y una cuarta que indicaba el nivel del tráfico. Finalmente, en 2005, se creó el actual Centro de Gestión de la Movilidad en la calle Albarracín./