Ayer, lunes 15 de mayo, día de San Isidro, los escenarios más destacados de esta edición 2017 de las fiestas se despedían de los ciudadanos ofreciendo un repaso de lujo de los géneros musicales más arraigados en la tradición madrileña, así como una muestra de los aires más renovadores del sur.
Plaza Mayor: la Zarzuela sale a la calle
Como colofón de las fiestas de San Isidro 2017 y dentro de la programación para conmemorar el IV Centenario de la plaza, el Teatro de la Zarzuela quiso salir de su sede en la calle Jovellanos y visitar la Plaza Mayor. Y lo hizo de la mano de su telón, el telón del Teatro de la Zarzuela, personificado por el tenor Enrique Viana, que, con mucho humor y algún momento “tierniserio” fue contando anécdotas, entresijos y cotilleos de lo que se ha vivido, y cantado, en este teatro desde su inauguración en 1856.
Miles de personas, entre el público que ocupó la totalidad de los 3.000 asientos dispuestos y el numeroso público que lo presenció de pie en pantallas gigantes, pudieron disfrutar de esta coproducción del Ayuntamiento de Madrid con el Teatro de la Zarzuela, escrita por el propio Enrique Viana, y en la que se realizó una cuidada selección de algunos de los temas más destacados y representativos de algunas de las más famosas zarzuelas, como Doña Francisquita, La Gran Vía o El Barberillo de Lavapiés.
Zarzuela en la calle contó con la participación de los solistas Gurutze Beitia y Axier Sánchez, con el coro del Teatro de la Zarzuela, y su cuerpo de baile de 20 bailarines, con coreografía de Nuria Castejón, y la Orquesta de la Comunidad de Madrid, bajo la dirección musical del maestro Oliver Díaz.
Poderío femenino en Las Vistillas
Aún no se había puesto el sol en Las Vistillas cuando, ante el público más castizo, salía al escenario a ritmo de chotis Mari Pepa de Chamberí, que nos regaló no solo su voz sino la de la recordada Gloria Fuertes, gracias a un repertorio trufado de canciones compuertas al alimón por ambas.
Tras ella, la gran dama del cuplé, Olga María Ramos, recorrió la música ligada a la Villa y Corte en la primera mitad del siglo XX. El triunvirato femenino se completó con La Shica quien, después de haber puesto rap a las sevillanas y pop a la copla, pasa ahora las canciones de sus viajes a Latinoamérica por su personal y aflamencado filtro.
Raíces andaluzas 2.0 en Puerta del Ángel
El espectacular escenario de Puerta del Ángel contó ayer con una selección de artistas que representan la última renovación de las raíces del sur.
Quentin Gas –acompañado de su madre, la enorme bailaora Concha Vargas- aportó la fusión entre flamenco, rock y psicodelia, mientras que Estricnina –vestidos de astronautas en el arranque de su concierto- y Muchachito cerraron la noche con rumba, risas y recordando mucho a aquel huracán de renovación que dejó el flamenco patas arriba en los años ochenta.