Ayer, sábado 14 de mayo, los grandes conciertos de San Isidro 2017 congregaron a un público de todas las edades con sus propuestas de pop, rock y música de raíces, pero no fueron los únicos: las propuestas repartidas por distintos rincones de la ciudad, como Madrid Río o la Plaza de Sánchez Bustillo, sorprendieron y llenaron de magia una ciudad convertida, verdaderamente, en un escenario vivo y abierto a todos.
Cuatro puentes, cuatro estilos: conciertos temáticos en Madrid Río
Al atractivo de pasear por Madrid Río al atardecer se unía ayer el incentivo del festival “Madrid cambia de marcha”, que proponía una ruta por cuatro puentes del Río Manzanares, bajo los cuales los viandantes encontraban, a partir de las 19 horas, conciertos de diversos estilos.
Así, el Puente de Toledo acogió bajo sus arcos barrocos música clásica de este periodo; a la sombra del Puente Monumental de la Arganzuela, un icono de hoy, se disfrutaron estándares musicales contemporáneos como son el jazz y el soul; al Puente de Praga le correspondió el hip-hop, por su cercanía al skate park, uno de los epicentros de la cultura urbana madrileña; y el puente rodado hizo suyo lo mejor del cante y baile flamenco.
Pasos de baile con sabor norteamericano a los pies del Reina Sofía
A las 19 horas, una concurridísima Plaza de Sánchez Bustillo congregaba a cientos de ciudadanos unidos por la afición a la música norteamericana y sus ganas de bailar al ritmo del swing, rock&roll, balboa o blues, con música en directo de The Dominos Swing Band y Madrid Hot Jazz Band.
Para los menos iniciados, Blanco y Negro Studio ofrecía clases abiertas para enseñar a bailar estos populares ritmos. Ayer por la tarde no importaba la pericia, sino la energía colectiva generada por todos los participantes en este animado baile social.
LOS40 Primavera Pop, Plaza Mayor y la Pradera incendian las fiestas
La cita con los grandes eventos musicales comenzó a las 19 horas en el escenario Puerta del Ángel, con la cita más pop: LOS40 Primavera Pop, cuyo cartel, con Blas Cantó, Cali y el Dandee, David Otero, Taburete o Sweet California atrajo a 20.000 personas, primando los jóvenes –y emocionados- fans de estos artistas y muchos otros.
A las 20 horas, saltaba al escenario de la Plaza Mayor Nakany Kanté, artista guineana muy comprometida con las diferencias sociales y de género, cuyo espectacular directo arrancó encendidos aplausos. Tras ella, Soleá Morente volvió a demostrar que su mezcla de flamenco y pop rock es diferente cualquier fusión que hayamos visto antes.
Por su parte, el otro gran escenario de San Isidro, el situado en la Pradera, volvía a ofrecer una tarde-noche de rock que alcanzaba su punto álgido a eso de la medianoche con Corizonas, banda surgida de la combinación de Arizona Baby y Los Coronas, que se inició con versiones de americana y ha llegado mucho más allá gracias a dos discos con canciones propias verdaderamente portentosas.