La M-30 ha protagonizado hoy la Conferencia Internacional sobre Seguridad y Ventilación en Túneles que este año se celebra en la ciudad austriaca de Graz con la asistencia de especialistas de todo el mundo. Allí, Javier Berges, responsable de Tecnología, Sistemas e Instalaciones de Madrid Calle 30, y Mar Martínez, responsable de la seguridad en los túneles, han descrito las claves del proyecto de automatización que se está llevando a cabo en el Centro de Control de Túneles de la vía de circunvalación y del manual de actuación. Este centro, que se ha convertido en un referente tecnológico y operacional a nivel mundial, gestiona todas las operaciones durante las 24 horas de los 365 días del año gracias a 18.000 equipos que reciben 115.000 señales.
Según palabras de Berges, el factor humano acaparaba prácticamente todo el protagonismo en la gestión de emergencias e incidencias. En adelante, gracias a la inteligencia artificial y a los algoritmos (como por ejemplo el de ventilación), será posible reemplazar los protocolos manuales por automáticos, aunque el factor humano tendrá siempre la última palabra. El sistema de detección automática de incidentes de Madrid Calle 30 permite ya, de hecho, movilizar todos los recursos en un tiempo récord. Los agentes de intervención son los primeros en llegar al punto en el que se registra un incidente y los últimos en marcharse. La capacidad de respuesta está garantizada gracias a una flota de un centenar de vehículos y a las cuatro bases operativas emplazadas a lo largo del anillo, cuyos agentes llegan en cinco minutos hasta cualquier lugar del túnel donde se registra un incidente y en 17 minutos son capaces de resolverlo.
Mar Martínez ha hecho especial hincapié en los túneles de la M-30 que, junto a la galería subterránea, conforman una compleja red de instalaciones equipada con 250 salidas de emergencia, 1.850 cámaras de circuito cerrado de televisión, más de 700 postes SOS, 100.000 metros de tuberías de protección contra incendios, 2.500 bocas de incendios, 3.000 extintores, 8.000 puntos de detección de incendios, 670 paneles de mensaje variable, más de 1.000 ventiladores, 3.500 altavoces, 120 puntos de medida de tráfico, 53.000 pantallas de iluminación, 40.000 luminarias, 90 pozos de bombeo y una red de fibra óptica de 110.000 metros de longitud. Todos estos elementos están al servicio de la seguridad, que es la prioridad.
Madrid Calle 30 gestiona, explota, conserva y mantiene la red de túneles carreteros urbanos más extensa de Europa y la segunda del mundo después de Japón. Por el anillo de la M-30 circulan anualmente 374 millones de vehículos (desplazamientos) y 486 millones de usuarios (personas), lo que la convierte en la plataforma de movilidad urbana más transitada de España. /