Los beneficios en clave económica no pueden ser la base principal del concepto de ciudad inteligente. “Hay que meter más términos en la ecuación. Cosas como, por ejemplo, las más de 190.000 personas que engrosan las listas del paro en Madrid. Cosas como la participación ciudadana, algo más complejo de articular a nivel estatal pero mucho más fácil a nivel local. Una ciudad inteligente ha de ser una ciudad que tenga en cuenta a las personas no solamente a las máquinas, a la tecnología”. Así de rotundo se mostraba Luis Cueto, coordinador general de Alcaldía en la inauguración del III Congreso Ciudades Inteligentes, el foro de referencia nacional en este apartado de gestión local y de los profesionales que contribuyen, desde distintos sectores, a hacerlo realidad día a día.
Junto con el secretario de Estado para la Sociedad de la Información y la Agenda Digital, José María Lasalle, Cueto ha inaugurado este congreso que, durante hoy y mañana, reúne en La N@ve (Villaverde) a más de 500 expertos, entre profesionales, representantes institucionales y empresarios implicados en el desarrollo de las smart cities. Dos jornadas en las que se compartirán las iniciativas y proyectos más innovadores relacionados con las ciudades inteligentes españolas e iberoamericanas y donde se abordarán temáticas que van desde innovación social, participación ciudadana y servicios a las personas hasta eficiencia energética, energías renovables, accesibilidad y movilidad urbana; economía, big data y gestión inteligente y gobierno, servicios públicos y transformación digital.
Cueto ha subrayado la importancia que tiene esta cita para Madrid, ya que se enmarca en una doble apuesta del Gobierno municipal: continuar por la senda irreversible que entraña el concepto de “ciudad inteligente” y la consolidación de La N@ve como un espacio de referencia en ese empeño.
El coordinador trazó los rasgos que deben definir a la administración local de una smart city: “Tiene que ser segura, fiable, predecible y con un tiempo razonable de respuesta”. En este sentido recordó el esfuerzo que el Ayuntamiento está haciendo con la gestión de licencias y apuntó otro aspecto vital de la gestión: la contratación. Una cuestión que requiere un enfoque que vaya más allá de costes y precios. “La Ley de Contratos habla de que la adjudicación ha de hacerse a quien presente las condiciones económicas más ventajosas. Lo cual no quiere decir que sea la más barata”, subrayó. Una pequeña brecha por la que el Ayuntamiento quiere penetrar con la introducción de cláusulas sociales en las contrataciones. “Queremos conseguir unas licitaciones diferentes porque esas cláusulas acaban redundando en beneficio de la ciudad, de los ciudadanos y contribuyen a equilibrar las reglas del juego, permitiendo, por ejemplo, que las pymes tengan opciones y que no se lo acaben llevando siempre las grandes empresas”. /