Mide de 6 a 8 milímetros, es de color verde amarillento, hiberna desde octubre hasta marzo para reaparecer en primavera, alimentarse y reproducirse, y le encantan las hojas de los olmos. Se trata de la galeruca, un coleóptero que el Ayuntamiento pretende controlar para preservar los árboles, pues si bien no provocan su muerte, sí lo debilitan y facilitan la aparición de otras enfermedades. Te contamos cómo son los trabajos para su eliminación.
La galeruca, conocida popularmente como el escarabajo del olmo, ha incrementado su presencia en los últimos años, ocasionando daños a parte de los 70.000 olmos siberianos con los que cuenta la ciudad de Madrid en sus calles. Esa es la razón por la que el Área de Medio Ambiente y movilidad ha puesto en marcha una campaña que alcanzará a unos 11.000 ejemplares. El tratamiento, que ya ha empezado a aplicarse, se hace por endoterapia, ya que eso evita los problemas derivados de la fumigación evitando generar residuos.
En estos meses de primavera, verano y principios de otoño veremos trabajar a los profesionales que priorizarán aquellos ejemplares que se encuentren más próximos a viviendas, zonas estanciales o centros públicos. Los trabajos consisten en practicar un pequeño agujero en el tronco del olmo por el que se inyectan materias activas inocuas para el árbol, sin forzar su absorción, que se incorpora a su savia por transpiración natural. Posteriormente, estas sustancias inyectadas ascienden a las hojas, de tal forma que, cuando los insectos se las comen, mueren, permitiendo controlar así la plaga.
Sin problemas para la salud de las personas
La presencia de galeruca no afecta a la salud de las personas, pero, si se dan grandes poblaciones de este insecto, sí pueden suponer molestias importantes para la ciudadanía. Si presencias algún caso destacado, te recomendamos que te dirijas a los servicios municipales a través de cualquiera de los canales disponibles para que se pueda actuar en la zona afectada, en caso de que se trate de arbolado de titularidad municipal. Si se trata de olmos situados en viviendas con jardín o comunidades de propietarios, informa a sus responsables para que puedan intervenir.
Desde 2013, la galeruca del olmo (xanthogaleruca luteola) ha aumentado. Si bien este insecto no provoca la muerte de estos árboles, sí lo debilita y facilita que aparezcan otras enfermedades como la grafiosis que está producida por un hongo. La campaña iniciada por el Ayuntamiento pretende controlar su aumento, velar por la salud de los árboles y mejorar el bienestar de los madrileños.